Encuentran camioneta con restos humanos en Chilpancingo; posible vínculo con 16 desaparecidos.
**Hallazgo macabro en Chilpancingo: Restos humanos en camioneta abandonada**
La noche del miércoles 6 de noviembre, un macabro hallazgo conmocionó a los automovilistas que transitaban por la carretera federal en el Parador del Marqués, al sur de Chilpancingo, Guerrero. Alrededor de las 21:15 horas, se reportó la presencia de una camioneta Ford blanca de modelo reciente, abandonada en el costado de la vía, de la que emanaban olores fétidos que despertaron la alarma en la comunidad.
Elementos de la Policía Investigadora Ministerial (PIM) y personal de la Guardia Nacional llegaron rápidamente al lugar para resguardar la zona, donde se descubrió que en la batea de la camioneta se encontraban varios cadáveres, al parecer en estado de descomposición. La gravedad de la situación obligó a las autoridades a acordonar el área mientras esperaban la llegada de peritos de la Fiscalía General del Estado (FGE), quienes arribaron a las 22:08 horas para realizar las diligencias correspondientes.
A pesar del cerco inicial, en cuestión de minutos, el personal de la PIM levantó el resguardo perimetral y se retiró con la camioneta hacia las instalaciones de la FGE, donde se esperaba que se llevaran a cabo las investigaciones pertinentes. Hasta el momento, las autoridades han confirmado la presencia de varios cuerpos, aunque no han precisado ni la cantidad ni las condiciones en que fueron abandonados.
El hallazgo ha generado una profunda preocupación en la población, especialmente en el contexto de las recientes desapariciones de 16 personas en los alrededores de Chilapa, Guerrero. Aunque aún no hay una conexión oficial entre ambos sucesos, la posibilidad de que los cuerpos encontrados en la camioneta correspondan a los desaparecidos ha intensificado el clima de temor en la región, que en los últimos años ha sido azotada por la violencia de grupos criminales.
La desaparición de las 16 personas comenzó el 22 de octubre, cuando un primer grupo de seis individuos, incluyendo a tres menores de edad, se dirigía a la comunidad de El Epazote para realizar actividades comerciales. La última comunicación de sus familiares se registró en esta localidad, después de lo cual se perdió todo rastro de ellos.
La situación se agravó el 26 de octubre, cuando otros cuatro familiares, entre ellos dos mujeres, decidieron ir en busca de los desaparecidos, pero también perdieron contacto al llegar a la misma zona. Este segundo grupo elevó el total de desaparecidos a 16, desatando una ola de angustia entre sus seres queridos y llevando a la comunidad a solicitar apoyo urgente a las autoridades.
Ante esta crisis, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ha activado un operativo de búsqueda en coordinación con la Guardia Nacional. Más de 400 elementos del Ejército, apoyados por tres helicópteros y unidades de Fuerzas Especiales, están realizando labores de rastreo en las zonas de Mochitlán, Quechultenango, Chilapa y Chilpancingo. El comandante de la 35 Zona Militar, Jorge Pedro Nieto Sánchez, confirmó que un grupo criminal conocido como Los Ardillos podría estar involucrado en la retención de estas personas.
Los Ardillos, liderados por Celso Ortega Jiménez, alias “La Ardilla”, han sido señalados en múltiples ocasiones por su participación en actividades ilícitas y por el control territorial que ejercen en la Sierra de Guerrero. La situación se tornó aún más alarmante cuando el 4 de noviembre, un video en redes sociales mostró a uno de los desaparecidos, Ángel Barrera Millán, con las manos atadas y descalzo, afirmando que él y otros jóvenes estaban siendo forzados a realizar labores de vigilancia para otro grupo criminal en la zona, conocido como Los Jaliacos.
La aparición de este video ha generado una ola de preocupación entre los familiares y habitantes de Chautipan, quienes temen por la seguridad de los desaparecidos. Este caso se inscribe en un contexto más amplio de violencia y desapariciones en Guerrero, donde los enfrentamientos entre organizaciones criminales han exacerbado la inseguridad y el miedo en la población.
La FGE ha señalado que las desapariciones en la región de la Montaña y la Costa Chica son parte de un problema más amplio relacionado con la disputa por el control de rutas y territorios, que ha tenido un impacto devastador en las comunidades locales. La situación ha llevado a las familias de los desaparecidos a clamar por justicia y respuestas, en un entorno donde la violencia y la impunidad parecen ser la norma.
La identidad de los desaparecidos incluye a jóvenes y adultos, algunos de los cuales son familiares entre sí. Entre ellos se encuentran Pedro Ismael Barrera Millán (22 años), Marco Antonio Barrera Millán (31 años), Jaime Cayetano Tolentino (33 años), Inés Morales Lorenzo (33 años), y varios menores de edad. La incertidumbre y el dolor por la desaparición de estos individuos ha calado hondo en la comunidad, que enfrenta un panorama desolador de violencia y sufrimiento.
A medida que avanza la investigación sobre los cuerpos encontrados en la camioneta, la población de Chilpancingo y sus alrededores permanece en estado de alerta, esperando que las autoridades logren esclarecer tanto el hallazgo de los restos humanos como la suerte de los desaparecidos. La violencia en Guerrero, un fenómeno que ha cobrado numerosas vidas y ha destrozado familias, sigue siendo un tema doloroso y urgente que requiere atención inmediata y soluciones efectivas.
La lucha por la justicia y la paz en la región se vuelve cada vez más apremiante, mientras los ecos de la violencia continúan resonando en las calles de Chilpancingo.
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