Aranceles de Trump: precios elevados, guerras comerciales y sus implicaciones.

**NUEVA YORK – Los aranceles como eje del plan económico de Donald Trump: advertencias de economistas sobre sus consecuencias**

El presidente electo, Donald Trump, ha defendido durante décadas la idea de que los aranceles son una herramienta fundamental para proteger la economía estadounidense. A medida que se prepara para asumir el cargo, esta creencia se ha convertido en un pilar central de su plan económico, generando tanto apoyo como críticas.

Trump argumenta que la imposición de aranceles altos a productos extranjeros beneficiará a la industria manufacturera de Estados Unidos y creará empleo. Sin embargo, muchos economistas advierten que estas medidas podrían tener consecuencias perjudiciales tanto para la economía estadounidense como para la economía global. Entre los efectos negativos se encuentran el aumento de los costos para los hogares y las empresas estadounidenses, así como el riesgo de desencadenar guerras comerciales que desestabilicen el comercio internacional.

**Los planes arancelarios de Trump**

Durante su campaña presidencial, Trump presentó una serie de propuestas arancelarias que incluyen un arancel “universal” del 10 al 20 por ciento sobre la mayoría de los productos importados. Además, ha propuesto aranceles del 60 por ciento o más sobre productos provenientes de China y ha sugerido eliminar las relaciones comerciales normales permanentes con este país, lo que resultaría en un aumento inmediato de los aranceles sobre las importaciones chinas.

Otra de sus ideas es implementar un arancel “recíproco”, donde Estados Unidos igualaría los aranceles que otros países imponen a los productos estadounidenses. Trump también ha amenazado con imponer aranceles del 100, 200 o incluso 1,000 por ciento a México, argumentando que el país debe hacer más para frenar la migración y el tráfico de automóviles chinos hacia Estados Unidos.

Aunque el gobierno de Biden ha aumentado los aranceles sobre productos chinos, los planes de Trump son significativamente más amplios, afectando billones de dólares en productos.

**La falacia de que las empresas extranjeras pagan los aranceles**

Un punto clave en el debate sobre los aranceles es la creencia errónea de que son las empresas extranjeras las que asumen el costo de estos impuestos. En realidad, los aranceles son impuestos que se aplican a los productos cuando cruzan la frontera, y son las empresas importadoras las que los pagan al gobierno de Estados Unidos.

El verdadero impacto de los aranceles recae en los consumidores estadounidenses, quienes podrían ver un aumento en los precios de los productos. Un estudio del Instituto Peterson de Economía Internacional estima que los planes arancelarios de Trump podrían incrementar los costos anuales para un hogar estadounidense típico en 2,600 dólares.

**Ganadores y perdedores entre los fabricantes**

Aunque el objetivo de Trump es apoyar a los fabricantes estadounidenses, los aranceles pueden tener efectos adversos en ciertas industrias. Muchas empresas dependen de piezas y materiales extranjeros, y los aranceles sobre estos productos incrementarían sus costos, lo que podría anular cualquier beneficio obtenido por el aumento de la producción nacional.

Por ejemplo, un estudio del gobierno de Estados Unidos reveló que los aranceles sobre el acero y el aluminio, impuestos durante el primer mandato de Trump, incrementaron la producción de estos metales en 2,200 millones de dólares en 2021. Sin embargo, las fábricas que utilizan estos metales para producir automóviles, envases de alimentos y electrodomésticos enfrentaron costos más altos, resultando en una disminución de 3,500 millones de dólares en su producción.

**Poder unilateral del presidente para imponer aranceles**

La Constitución de Estados Unidos otorga al Congreso el poder de regular el comercio exterior, pero en la práctica, los presidentes han recibido una amplia autoridad para imponer aranceles. Las leyes aprobadas en décadas pasadas permiten al presidente actuar en nombre de la seguridad nacional, proteger industrias afectadas por prácticas comerciales desleales o responder a emergencias internacionales.

Sin embargo, la idea de Trump de un arancel universal podría ser impugnada en los tribunales, aunque cualquier desafío legal podría llevar tiempo y resultar infructuoso.

**El riesgo de guerras comerciales**

Durante su primer mandato, los aranceles impuestos por Trump provocaron tensiones comerciales con varios países, incluyendo la Unión Europea, China y Canadá, que respondieron con aranceles a productos estadounidenses como la soja, el whisky y las motocicletas. Esto resultó en una caída significativa de algunas exportaciones de EE. UU.

Si Trump sigue adelante con sus planes arancelarios, es probable que se repitan estos enfrentamientos comerciales, y muchos gobiernos extranjeros ya están preparando listas de productos estadounidenses que podrían ser objeto de represalias.

A pesar de que algunos inversores de Wall Street creen que las amenazas arancelarias de Trump son en parte retórica y no se traducirán en políticas concretas, expertos como Edward Alden, del Consejo de Relaciones Exteriores, advierten que Trump ha adoptado una postura más firme en cuanto a los aranceles, considerándolos como una parte fundamental de su agenda.

En su discurso de aceptación, Trump afirmó que las promesas hechas serían “promesas cumplidas”, lo que deja claro que su enfoque hacia los aranceles será una prioridad en su administración.

En conclusión, los planes arancelarios de Donald Trump representan un cambio significativo en la política comercial de Estados Unidos, con implicaciones que podrían afectar tanto a la economía nacional como a la economía global. Los economistas y analistas continúan advirtiendo sobre los riesgos asociados con estas medidas, mientras que el futuro del comercio internacional permanece en un estado de incertidumbre.