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Un hermano de mentiras es una historia sobre engaños familiares.

Un hermano de mentiras es una historia sobre engaños familiares.

**Título: “La Tragedia del Amor Materno: Un Relato de Horror Psicológico”**

En el mundo de la literatura, el horror psicológico se presenta como un espejo que refleja las angustias más profundas del ser humano. La historia de Johan, un niño marcado por su condición especial y la inquebrantable lealtad de su madre, es un claro ejemplo de cómo el amor puede transformarse en una cadena de tragedias, enredos y desdichas. En “Un hermano de mentiras”, la joven autora Fátima Azeneth Sanmiguel Dávila narra una historia que, aunque ficticia, resuena con la realidad de muchas familias donde la enfermedad y la dedicación desmedida crean un ciclo vicioso de dolor y aislamiento.

Este relato comienza con Johan, un niño que desde su nacimiento ha sido considerado “diferente”. La voz de su madre, inquebrantable, le recuerda que su singularidad no es una enfermedad, una idea que rápidamente se desmorona a medida que avanza la historia. Las visitas a hospitales, los tratamientos frecuentes y el aislamiento social son un telón de fondo constante en su vida.

La relación entre Johan y su madre es el eje central de la narrativa. Desde el inicio, se establece un vínculo inquebrantable, donde ella se convierte en su única fuente de amor y apoyo. Sin embargo, este amor tiene un precio. A medida que su padre se aleja y los amigos de su madre se desvanecen, la soledad se convierte en una compañera constante para ambos. La historia refleja cómo la dedicación excesiva de una madre puede llevarla a un profundo abismo de desesperación, hasta el punto en que pierde la razón.

La llegada de un “hermano” en forma de muñeco marca un giro dramático en la vida de Johan. A partir de ese momento, su madre dirige toda su atención hacia el juguete, ignorando las necesidades de su hijo enfermo. Este conflicto interno genera una tensión palpable. Johan, que siempre fue la prioridad de su madre, se encuentra desplazado y olvidado.

El relato se adentra en el oscuro mental del protagonista, quien, a medida que presencia el crecimiento del apego de su madre hacia el muñeco, comienza a sentir un profundo odio hacia él. La dinámica familiar se transforma en una lucha por la atención y el amor maternal, donde Johan se ve obligado a fingir felicidad mientras su mundo se desmorona. La violencia verbal y física de su madre hace eco de su frustración y desesperación.

La autora utiliza un lenguaje evocador para pintar un cuadro vívido de las experiencias traumáticas de Johan. La atmósfera de la historia es opresiva, marcando el descenso gradual de la salud mental de Johan y su madre. Las escenas de abuso son impactantes, pero necesarias para comprender la profundidad del sufrimiento que ambos personajes enfrentan.

El clímax de la historia llega cuando Johan finalmente se rebela contra el muñeco, llevándolo a un acto de destrucción que simboliza su deseo de recuperar el amor de su madre. Sin embargo, este acto no trae la liberación que Johan esperaba. En cambio, desata la ira de su madre, quien ya ha cruzado el umbral de la locura. La transformación de Johan de un niño que busca amor a un ser que actúa por despecho marca un punto significativo en su desarrollo.

Lo que comenzó como un relato de amor y dedicación se convierte en un oscuro viaje hacia la locura y la desesperación. La historia culmina con Johan encerrado en un cuarto oscuro, donde la atención de su madre ha regresado, pero de una manera retorcida. La especie de amor que ambos personajes compartían se ha convertido en una forma de tortura.

Fátima Azeneth Sanmiguel Dávila muestra su maestría al tejer temas complejos como el amor, la locura y la soledad en un relato que deja al lector con una sensación inquietante. A través de sus palabras, nos invita a reflexionar sobre lo que significa ser “especial” y cómo esa etiqueta puede llevar a un sufrimiento inimaginable.

La historia de Johan podría interpretarse como una advertencia sobre los peligros de la dedicación excesiva y la falta de apoyo emocional para quienes enfrentan realidades difíciles. La búsqueda de amor y aceptación es universal, pero puede distorsionarse en un contexto de desesperación.

“Un hermano de mentiras” no es solo un relato de terror; es una exploración del amor maternal en sus formas más extremas. La autora nos deja con preguntas inquietantes sobre la naturaleza del amor y la delgada línea entre la devoción y la locura. La historia de Johan es una ventana hacia el dolor y el amor que puede surgir en circunstancias inimaginables, un recordatorio de que detrás de cada risa puede haber un grito silencioso y detrás de cada acto de amor, una historia de sufrimiento.

Finalmente, el relato de Sanmiguel Dávila resalta la importancia de la salud mental y la necesidad de apoyo en situaciones difíciles. Nos insta a no perder de vista la humanidad detrás de las etiquetas y a recordar que, a veces, lo que parece ser una carga puede ser un llamado urgente a ver a la persona que hay detrás de la enfermedad.

Así, “Un hermano de mentiras” se afianza como una obra que no solo entretiene, sino que también provoca una reflexión profunda sobre el amor, el sufrimiento y el anhelo de conexión humana.

La historia de Johan es, en última instancia, un grito por reconocimiento y comprensión, un eco persistente de la necesidad de ser vistos y amados en toda nuestra complejidad. En un mundo que a menudo clasifica y etiqueta, este relato nos recuerda que lo que realmente importa son los lazos humanos que nos unen, incluso en las circunstancias más oscuras.

**FÁTIMA AZENETH SANMIGUEL DÁVILA. (Cuatro Ciénegas, 2007)**. Estudia quinto semestre en el CBTa No. 22. Con el relato “Un hermano de mentiras”, es la primera alumna de su escuela en ganar el Concurso para Relato de Terror, certamen literario a intramuros que dominó por tres años consecutivos. La joven autora ha publicado en el periódico VANGUARDIA de Saltillo y La Tamalera. Su género favorito ha sido el horror psicológico, donde no hay monstruos sobrenaturales, sino personas profundamente humanas, en cuentos breves como “Poder”, “Proyecto mamá”, “La princesa de papá” y “De hostess y abarrotes”. Los únicos relatos sobre criaturas de la noche son “Amor de muelas” y “La oscura durmiente”.

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