Iglesia católica se opone a la despenalización del aborto en CDMX.

**La Iglesia Católica Mexicana se opone a la reforma que busca despenalizar el aborto en la Ciudad de México**

La Arquidiócesis de México ha expresado su firme oposición a la reciente reforma que se discute en el Congreso de la Ciudad de México, la cual pretende eliminar el delito de aborto del Código Penal local, permitiendo que se pueda practicar en cualquier fase del embarazo. La Iglesia considera que esta propuesta es innecesaria y que el tema no debe ser abordado de manera ligera.

El pasado jueves, la discusión sobre este dictamen fue aplazada en el pleno del Congreso capitalino, tras la solicitud de un mayor consenso político y social en torno al tema. Esta reforma había sido previamente aprobada en comisiones unidas de Administración y Procuración de Justicia, así como de Igualdad de Género del Congreso.

La Arquidiócesis, en su editorial del semanario “Desde la fe”, publicado el domingo, señaló que “esta reforma de ley propuesta es innecesaria y sumamente injusta para la mujer, y para los seres humanos en desarrollo que pagan las consecuencias de políticas erróneas con su propia vida”.

Coincidiendo con algunos congresistas de oposición, la Arquidiócesis destacó la importancia de escuchar las voces de la sociedad antes de proceder con la aprobación de la reforma, ya que es un tema delicado que requiere un análisis profundo y no puede ser votado a la ligera.

El documento también enfatiza la necesidad de considerar las opiniones de las ciencias médicas sobre el inicio de la vida humana, afirmando que este proceso comienza en el momento de la concepción. La Arquidiócesis advirtió sobre las consecuencias del aborto, citando un estudio realizado en Finlandia que indica que las mujeres que optan por abortar tienen de tres a cuatro veces más probabilidades de morir en el año siguiente en comparación con aquellas que dan a luz.

Además, la Iglesia hizo un llamado a los juristas para que se pronuncien sobre la posible violación de las leyes nacionales e internacionales que protegen la vida, así como a las madres que han pasado por la experiencia del aborto y que ahora enfrentan secuelas psíquicas, emocionales y físicas.

La Arquidiócesis también mencionó la importancia de escuchar a las instituciones que brindan apoyo a mujeres después de un aborto, así como a aquellas que cuidan de las mujeres embarazadas para asegurar un parto exitoso. Asimismo, se hizo un llamado a los especialistas que han estudiado las causas del aborto y a la Iglesia, recordando que 8 de cada 10 mexicanos profesan el cristianismo.

La reforma al Código Penal local fue presentada el 10 de octubre por la diputada Yuriri Ayala, del partido gobernante Movimiento de Regeneración Nacional (Morena). La propuesta busca eliminar el delito de aborto del artículo 76, así como derogar los artículos que criminalizan el aborto después de las 12 semanas de gestación.

Es importante recordar que la Ciudad de México fue pionera en despenalizar el aborto en 2007, permitiendo la interrupción del embarazo hasta la semana 12. Esta decisión ha sido imitada por más de una docena de estados en el país, en línea con la resolución de la Suprema Corte que en 2021 declaró inconstitucional la criminalización del aborto.

En conclusión, la posición de la Iglesia Católica mexicana frente a la reforma para despenalizar el aborto en la Ciudad de México resalta la complejidad y la sensibilidad del tema. La Arquidiócesis insiste en la necesidad de un debate amplio y fundamentado que considere las diversas voces y experiencias relacionadas con el aborto, enfatizando la importancia de la vida desde su concepción y las posibles repercusiones que esta reforma podría tener en la sociedad.

Esta postura se enmarca en un contexto donde la cuestión del aborto sigue siendo uno de los temas más divisivos en la política y la sociedad mexicana, generando un intenso debate entre quienes apoyan la despenalización y quienes defienden la protección de la vida desde la concepción.

La discusión sobre la reforma continúa en el Congreso de la Ciudad de México, y es evidente que el futuro de esta propuesta dependerá de un diálogo profundo y un consenso que tome en cuenta las diversas perspectivas y realidades de la población.

**Con información de EFE**