La comunidad LGTBI enfrenta con incertidumbre el regreso de Donald Trump.

LOS ÁNGELES.- La comunidad LGTBI+ y organizaciones sin ánimo de lucro en Estados Unidos están en estado de alerta ante la posibilidad del regreso de Donald Trump a la presidencia. Este temor se basa en la percepción de que su segundo mandato podría significar un retroceso en los derechos adquiridos y un aumento en la desigualdad y los crímenes de odio dirigidos hacia este colectivo.

“Siento que volvemos a vivir una pesadilla, pero que esta vez es peor que en 2016”, comenta Claire E., una integrante de la comunidad.

Claire, de 28 años y bisexual, expresa su preocupación por el ambiente hostil que podría intensificarse bajo un liderazgo republicano. Durante el primer mandato de Trump, ella sintió un mayor riesgo de ser acosada por expresar abiertamente su sexualidad, incluso en un estado progresista como California. “He experimentado acoso y hostigamiento en público con una pareja del mismo género. Durante la presidencia de Trump, todo fue peor”, relata.

A pesar del apoyo abrumador que Trump obtuvo en las últimas elecciones, este no provino de la comunidad LGTBI+. Según una encuesta de NBC News, el 86% de los votantes LGTBI+ apoyó a la demócrata Kamala Harris, mientras que Trump solo alcanzó el 13%.

Este descontento se explica en parte por las políticas que Trump implementó durante su primer mandato, que afectaron directamente a las personas del colectivo. Una de las decisiones más controvertidas fue la prohibición a las personas trans de servir en las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, así como sus promesas de revocar la atención médica de género a menores y eliminar el Título IX, que protege los derechos civiles de los estudiantes transgénero.

El discurso de Trump fue respaldado por su compañero de fórmula, JD Vance, quien ha impulsado legislación en Ohio que afecta negativamente a la comunidad trans.

Robert Contreras, director general de Bienestar Human Services, una organización que atiende a la comunidad latina y LGTBI+, también advierte sobre un futuro incierto. “Creo que los crímenes de odio, aunque ya son altos, van a aumentar. La comunidad podría dejar de asistir a sus citas médicas por temor”, explica.

Contreras señala que los estados del sur y las zonas rurales podrían ser los más afectados, con un aumento en los actos de discriminación y la posibilidad de recortes en servicios médicos esenciales, como el tratamiento del VIH, que impacta principalmente a la población homosexual.

Además, Trump ha manifestado su intención de eliminar la Ley de Atención Médica Asequible (ACA), conocida como Obamacare, lo que podría agravar aún más la situación. Durante su administración, el Departamento de Salud excluyó a la comunidad LGTBI+ de las protecciones que les permitían acceder a atención médica sin discriminación.

A pesar de estos desafíos, las recientes elecciones también trajeron algunas victorias para la comunidad LGTBI+. Sarah McBride, de Delaware, se convirtió en la primera persona abiertamente trans en ser elegida para el Congreso. Emily Randall también hizo historia al convertirse en la primera persona LGTBI+ que representa a Washington en el Congreso y es la primera latina de esta comunidad en ocupar ese cargo.

En California, los votantes aprobaron la Propuesta 3, que modifica la Constitución estatal para reconocer un “derecho fundamental a contraer matrimonio, independientemente del sexo o la raza”. En Colorado, se respaldó una enmienda para derogar la definición constitucional del matrimonio como “la unión de un hombre y una mujer”.

“Los desafíos que tenemos por delante son reales. Estas elecciones han dejado claro que la lucha por la igualdad está lejos de haber terminado. Esto es solo el comienzo”, declaró Joe Hollendoner, director ejecutivo del Centro LGBT de Los Ángeles, en un comunicado enviado a EFE.

La comunidad LGTBI+ se encuentra en un momento crucial, donde la activación de sus derechos y la defensa frente a posibles retrocesos son más importantes que nunca. La incertidumbre sobre el futuro y el temor a un aumento en la violencia y la discriminación son sentimientos que predominan entre sus integrantes.

Cada avance logrado se celebra, pero la sombra de la regresión política se cierne sobre ellos. La historia reciente ha demostrado que el activismo y la unidad son fundamentales para enfrentar las adversidades y continuar luchando por un futuro más equitativo.

Así, la comunidad LGTBI+ y sus aliados deben permanecer vigilantes y activos en la defensa de sus derechos, preparándose para nuevos desafíos en el camino hacia la igualdad.

La lucha está lejos de concluir, y cada voz cuenta en esta batalla por la dignidad y el respeto. Es un momento de reflexión, pero también de acción. La esperanza reside en la capacidad de la comunidad para unirse y hacer frente a los retos que se avecinan, mientras se esfuerzan por construir un mundo más inclusivo y justo para todos.

La historia de la comunidad LGTBI+ en Estados Unidos es una de resiliencia, y aunque el futuro parece incierto, la determinación de sus miembros sigue siendo un faro de esperanza.

Los tiempos difíciles que se anticipan no deben desalentarlos, sino más bien inspirarles a seguir luchando por sus derechos y los de las futuras generaciones. La historia no se repite, pero las lecciones aprendidas deben servir como guía para avanzar en la búsqueda de una sociedad que abrace la diversidad en todas sus formas.