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Kamala, Microsoft y Google sufrieron pérdidas significativas.

Kamala, Microsoft y Google sufrieron pérdidas significativas.

**Título: La Elección Presidencial de EE.UU.: Donald Trump y la Influencia de la Tecnología**

La elección presidencial de Estados Unidos tuvo lugar en medio de una intensa lucha en varios frentes. En el ámbito político, Donald Trump se destacó como el ganador, pero no sin enfrentar desafíos significativos. El 13 de julio de este año, en un acto de campaña en Butler, Pensilvania, Thomas Matthew Crooks perpetró un atentado contra el candidato republicano. La bala que rozó a Trump, como mencioné en mi artículo “La bala que impulsó a Trump”, se convirtió en un factor inesperado que lo catapultó hacia la presidencia. Este evento no solo hirió a Trump, sino que también afectó a Joe Biden y a Kamala Harris, quien, como abanderada demócrata, no pudo superar la adversidad.

La elección también puso de manifiesto la intervención de líderes tecnológicos. En su sala de guerra, Trump fue respaldado por Elon Musk, un empresario que asumió riesgos considerables, involucrando tanto su patrimonio como su prestigio en estas elecciones. Al día siguiente de su triunfo, las acciones de Tesla se dispararon un 16 por ciento en la bolsa de valores, evidenciando el impacto que tuvo su apoyo.

En contraposición, la campaña de Kamala Harris recibió el respaldo de dos gigantes tecnológicos: Google, el mayor donante de su campaña con cientos de millones de dólares, y Microsoft, cuyo cofundador Bill Gates también mostró su apoyo.

Las acciones de Google no se limitaron a las donaciones. Varios denunciaron que el buscador favorecía a Harris, mostrando resultados que indicaban dónde votar por ella, mientras que la información sobre Trump no recibía el mismo tratamiento. Elon Musk testificó su experiencia al afirmar: “Acabo de probar esto yo mismo y Google todavía demuestra dónde votar por Harris, pero no por Trump, incluso cuando era anónimo”.

La influencia de Google fue aún más profunda, con la figura de Karen Dunn, quien no solo formaba parte del equipo legal que defendía a Google en temas de monopolio, sino que también fue una de las principales asesoras de Kamala Harris durante su campaña. Dunn ha tenido una carrera destacada en el ámbito de la comunicación política y ha asesorado a figuras como Hillary Clinton en sus campañas presidenciales.

Con el arrasador triunfo de Trump, Google se enfrenta a un panorama complicado. A pesar de su considerable inversión en la campaña de Harris, las repercusiones de esta elección podrían resultar desastrosas para el gigante tecnológico, especialmente con las querellas activas por monopolios en proceso. La administración de Trump probablemente implicará una supervisión regulatoria más ligera, lo que podría beneficiar a su gobierno.

Sin embargo, el futuro de Google en el nuevo escenario político se vislumbra difícil. Tendrán que evaluar sus estrategias, ya que las decisiones tomadas durante la campaña han dejado huellas que pueden llamar la atención de las autoridades estadounidense en la era de Trump.

Con el conflicto entre Trump y Google, así como las tensiones existentes entre Musk y los fundadores de la empresa, Larry Page y Sergey Brin, está claro que el área tecnológica también desempeñó un papel crucial en esta contienda electoral. La victoria de Trump se convierte en un nuevo capítulo donde la tecnología y la política están entrelazadas.

Una de las preguntas que quedan en el aire es cómo responderá Google a esta nueva administración. Con el historial de Trump de emitir críticas hacia la compañía, el gigante de búsqueda deberá prepararse para afrontar un entorno en el que sus estrategias y acciones serán examinadas más de cerca.

Por lo tanto, el ascenso de Trump a la presidencia no sólo afectó el panorama político del país, sino que también modificará la dinámica de la relación entre la política y el mundo tecnológico. El liderazgo de Trump, apoyado por personalidades como Musk y Bezos, puede impulsar cambios significativos en la forma en que operan las grandes empresas tecnológicas en Estados Unidos.

La elección presidencial ha dejado claro que no solo los políticos, sino también las corporaciones tecnológicas, son actores clave en el juego del poder. Trump, armado con el respaldo de líderes como Musk y Bezos, enfrentará desafíos ante las corporaciones que apoyaron a sus adversarios.

El resultado de esta elección servirá como un recordatorio de que la política moderna es un campo de batalla en el que la influencia de la tecnología puede ser determinante. La era de Trump promete ser una época de cambios significativos, no sólo en las políticas gubernamentales, sino también en la forma en que las empresas tecnológicas se relacionan con el poder político.

Finalmente, es evidente que el panorama político y tecnológico de Estados Unidos está en constante evolución. Con Trump en la cima, el futuro de las relaciones entre el gobierno y las corporaciones tecnológicas permanecerá en el centro de la atención pública.

La narrativa de esta elección nos enseña que la tecnología ha sido y será un componente esencial en la política, y que los actores que controlan estos recursos digitales jugarán un papel vital en el liderazgo del país.

@UlrichRichterM

Abogado y activista, maestro en Ciencias Penales

Autor del libro “Los filósofos en la era tecnológica. Los pitagóricos de hoy”

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